23/01/2015

Blair Athol, The Ultimate Selection 25 yo, 1988. Distilled 21.10.1988. Bottled 14.8.2014. Refill sherry butt, cask 6927, 441 bottles. 46%.



First a little bit of background because we ain’t talking about any fashionable mainstream distillery here: Blair Athol is one of the oldest distilleries in Scotland, it was founded in 1798 but there have been quite a few breaks in the production during the past decades due to different reasons. Blair Athol’s water comes from the Allt Dour (Burn of the Otter) which flows past the distillery; some of you may remember the otter on the label of the Flora & Fauna bottling. Aldour was in fact the original name of the distillery. Almost every drop of the whisky that Blair Athol produces goes to Bells’ blends and it is the main component in them.  Blair Athol whisky is mainly matured in sherry casks which allegedly give the best results. Today’s indie bottling is matured in a refill sherry butt, let’s find out how it is:

Color: Amber.

Nose: Fairly big impact of leather jacket, next my schnoz goes into a chocolate shop: After Eight (mint chocolate), pralines, milk chocolate, white chocolate, fudge. The 25-year wood contact makes its mark, in this dram that means sawn oak. There is no sulphur but there is a hint of bicycle innertube though. At the end some coconut butter & fresh butter.

Palate: I was expecting more sweetness after the nose, but maybe the oak has sucked some of it out. Leather makes its mark. Oak gives some wood spices into the mix with some fudge & cocoa. Crisp red berries. Herbal notes add balance & excitement into the taste and mint plays quite a dominant role here. After a good half an hour in the glass some more sweetness steps in.

Finish: Liquorice, some bitter notes in the form of Fernet Branca. Oak dries out the fairly longish finish.  

Well, there was no big ‘wow’ effect in it. I enjoyed more the nose; palatewise it wasn’s too complex but altogether it was quite enjoyable anyway. A dram to be enjoyed in the library after eight o’clock.


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Blair Athol, The Ultimate Selection 25 años, 1988. Destilado 21.10.1988. Embotellado 14.8.2014. Refill sherry butt, barrica 6927, 441 botellas. 46%.
 

Primero unos antecedentes porque no estamos hablando de una destilería de moda y muy popular: Blair Athol es una de las destilerias más antiguas de Escocia, fue fundada en 1798 pero ha habido bastantes interrupciones en la producción durante las últimas decadas debido a varias razones. El agua de Blair Athol viene de Allt Dour (Burn of the Otter) que fluye por delante de la destilería; algunos de vosotros podéis recordar la nutria en la etiqueta de la botella de Flora & Fauna. Aldour era de hecho el primer nombre de la destilería. Casi cada gota del whisky que Blair Athol produce se usa para las mezclas de Bells y es su componente principal. El whisky de Blair Athol está madurado mayormente en barricas de jerez, lo que presuntamente da los mejores resultados. El embotellamiento independiente de hoy está madurado en una barrica de jerez de segundo uso, vamos a ver cómo es:

Color: Ámbar.

Nariz: Un impacto bastante fuerte de chaqueta de cuero, luego mi nariz me lleva a una chocolatería: After Eight (chocolate de menta), pralinés, chocolate de leche, chocolate blanco, dulce de leche y mantequilla. El contacto con la madera durante 25 años ha dejado su huella, en esta copita quiere decir que hay unas notas de roble aserrado. No hay ningún azufre pero sí hay un toque de cámara de rueda. En el final hay un poco de aceite de coco y mantequilla fresca. 

Paladar: Esperaba más dulzura como estaba en la nariz, pero a lo mejor el roble le ha quitado un poco de eso. Un toque de cuero. El roble añade algunas notas de especias aromáticas en la mezcla y también un poco del sabor a dulce de leche y cocoa. Bayas rojas agrias; un toque de hierbas añade equilibrio y excitación al sabor, menta está bastante dominante aquí. Déjalo en el vaso por una media hora y más dulzura aparecerá.

Final: Regaliz salado, unas notas amargas parecidas a Fernet Branca. El roble hace que seque el final bastante largo.
Bueno, no había ningún efecto ‘guau’ en esta copita. Me gustó más la nariz; en cuanto al paladar no estuvo muy complejo pero en total fue bastante placentero de todos modos. Un trago para ser disfrutado en la biblioteca después de las ocho.

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